Publicado el: 01-11-2020
A pesar de que siempre hemos pensado que un auto es tan solo una máquina, en muchas ocasiones ese vehículo se convierte en el centro de nuestra vida económica ya que lo utilizamos tanto para actividades recreativas, como también para actividades de negocio, sin embargo, hay ocasiones en que humanizamos a esas máquinas y nuestra dependencia afectiva, se convierte en algo más que un simple medio de transporte. Señales que nos indican que algo anda mal en nuestra relación con el auto:
1.- Le damos un nombre, puede ser tanto afectivo como despectivo, pero en cualquier situación, el auto adquiere mágicamente una personalidad, este nombre puede ser la brincona, el caballo, la negra, el colorado, etc.
2.- Tardamos más de una hora acicalando el vehículo, entendamos, la limpieza de un auto es tan solo eso, una limpieza, por lo tanto, la lavada y limpieza interior debe ser rápida y precisa, cuando comenzamos a detallar cada centímetro del auto, algo anda mal, a no ser que eso mismo lo hagas en tu habitación o con tu ropa, entonces ahí hablaríamos de una costumbre, pero si tu esfuerzo es únicamente con el automóvil, es reflejo de que algo anda mal.
3.- Cuando en las reparaciones estamos invirtiendo lo mismo que en un auto nuevo, es un hecho, todos los autos son máquinas y tarde o temprano se van a descomponer, sin embargo, en muchas ocasiones la fuerza de la costumbre, nos hace reparar nuestros automóviles, un mes los frenos, en otro la transmisión, en otro el motor, etc. el caso es que siempre debemos tomar en cuenta, ¿Cuál es el costo de la mensualidad de un auto nuevo? En el momento que la cantidad de dinero que utilizamos para reparar nuestro automóvil sea equivalente al 75% (Setenta y cinco porciento) del costo de la mensualidad de un automóvil nuevo, es momento de venderlo, aunque te haya dado muchos años de servicio.
4.- Cuando al reparar tu auto, sea difícil conseguir piezas de repuesto y que tú o tu mecánico, tengan que ir a un yonque, deshuesadero o tiradero de autos, para conseguir piezas viejas pero funcionales de autos, que están tirados por inservibles.
5.- Cuando el auto ya no presta el servicio para el cual fue adquirido, el ser humano es un animal de costumbres y en muchas ocasiones nos es difícil abandonar esas costumbres, por ejemplo, adquirimos un vehículo pequeño para llevar a los niños a la escuela, pero ahora nuestros hijos están en la universidad, tienen novia y ya no caben en el vehículo, lo mismo sucede con la camioneta que adquirimos para mover mercancía de un negocio, pasan los años y la camioneta sobrevive aunque el negocio ya no exista desde hace mucho tiempo.
Esperamos que estos consejos hayan sido de utilidad.
Xierto